David Alonso De la Cruz

viernes, 19 de junio de 2009

Algunos ejercicios literarios o poemas sin trascendencia


- Así paso -

Así paso: no fue una
Invención mía, me robaste el aliento
Dejaste muerta mi alma, y sin ninguna
luz, se hundió en mi pensamiento.
Así pasó; me sentí morir muy lento
en la desesperación de vivir en vano
estas ansias de morir tremendas
llevaba yo en la mano
te obligue corazón a que entiendas
que no sirve esta vida oscura
que siempre será cruel el destino
que vivir es una tortura
me senté a un lado del camino,
había terminado la aventura.
Así paso, imposible amante
ahora te veo con mirada absorta
sin palabras mediante
estoy cansado no seguiré adelante;
voy a morir y no me importa.
te AME y sufrí, ese tormento divino
momentos de pánico y locura
tuve tanto amor que apagó el destino,
solo queda olvidar mi desventura
llorando solo a un lado del camino,
lejos de tu desatino.


-SARAH-

Hace mucho empezaste vida,
a no dejarme vivir.
A que los días y sus noches solo sean
el ahogo feroz de poseerte
De tu incorporación a mí.
A que mi sangre no sepa detenerse sola,
y se arroje furiosa fuera de mis venas,
con la insana alegría del dolor de morir
el éxtasis de saberse libre
y de la angustia,
del tremendo milagro oscuro
que es ser vivir sin querer vivir
Ahora, sí, ahora
ya no me busca nadie, ni yo me busco.
Porque mi voz llena de altos ecos la habitación, me sepulta en la tumba más sombría
y de mis ojos caen lágrimas formando mares
y me ahogo en esos mares
recuerdo lo se soy de carne, la peor de las carnes, no de mármol..
que es verdad que me duele este Momento agotado de mi tiempo!
aturdida , cansada de ser soy yo.
estoy tan lejos del mundo
JESUS ! Apuralo todo, regresa todo al abismo
y déjame en el sumergida,
fuerzas que se negaron pero si se me dieron lágrimas
de rebeldía y dolor
por que yo que no soy nadie,
ni siquiera mía , nunca!,
no soy de nadie..nunca
Sarah

Muero terriblemente
no me mata la vida
no me mata la muerte
no me mata el amor
muero por un deseo mudo como serpiente
se que nunca sentiste el dolor de mi deseo
que devora mi alma, mi carne
y me convierte en una planta que no dará flor
jamás tuviste dentro una estrella furiosa
que entero te destroza
al querer escapar
cumbre de las torturas
llevar perpetuamente
la trágica obsesión
del deseo demente
hecha una espada
en el corazón clavada
para arrancarla un día
como una flor que se abre
hermosa, incomparable
un adiós a mi prisión miserable
es soñar lo inalcanzable
como tener en la mente
el pensamiento de dios
Sarah

Muero porque no muero
Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.
Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.
Aquí esta divina unión
del amor con quien yo vivo,
hace a Dios ser mi cautivo
y libre mi corazón;
más causa en mí tal pasión
ver a mi Dios prisionero,
que muero porque no muero.
Estando ausente de ti,
¿Que vida puedo tener,
sino muerte padecer
la mayor que nunca vi.?
Lastima tengo de mí,
por ser mi mal tan entero,
que muero porque no muero.
El pez que del agua sale,
aún de alivio no carece;
a quien la muerte padece,
al fin la muerte le vale;
¿qué muerte habrá que se igual
a mi vivir lastimero?
que muero porque no muero.
Cuando me empiezo a aliviar
viéndote en el sacramento,
se me hace más sentimiento
el no poderte gozar;
todo es para pensar
por no verte como quiero
que muero porque no muero.
¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
¡Ay, qué vida tan amarga
que no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.
Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.
Muerte de el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.
Mira que el amor es fuerte,
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero.
Aquella vida de arriba
es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.
Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es el perderte a ti
para mejor a Él gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

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