ESTA ES LA NACIÓN RAMERA DONDE CONVIVEN CHULOS Y POLITICOS MENTIROSOS
Parece ser que el Altísimo le respondió, y que en esta cura espiritual tuvo mucho que ver también el pastor protestante Billy Graham (También compremetido en evasión de impuesto) Este personaje es una conocida estrella del firmamento televisivo norteamericano en lo que se refiere a cuestiones religiosas. Pero Graham no es un telepredicador cualquiera. Su larga trayectoria como "asesor religioso" de casi todos los presidentes norteamericanos desde Richard Nixon, lo avalan como uno de los más influyentes mentores secretos de George Bush. Por lo visto, el carismático predicador acudía a menudo a rezar con la familia Bush. Al principio, Bush junior participaba con desgana en todas estas parafernalias, pero su interés fue creciendo paulatinamente hasta que acabó convertido en uno más de los 60 millones de norteamericanos que se consideran "cristianos renacidos" o "resucitados". Esta tendencia religiosa en Estados Unidos nace a causa de la acción combinada de los telepredicadores más famosos del firmamento televisivo, encabezados por Jerry Falwell, líder de la "mayoría moral", Pat Robertson y el mencionado Bill Graham. Desde los años sesenta se viene reavivando esta especie de nuevo cristianismo, el lucro de la fe de los incautos teleespectadores. La crisis de la cultura estadunidense que tuvo su comienzo con el impacto de Vietnam, la reacción contracultural y la decadencia generalizada, crearon las condiciones necesarias para la aparición del movimiento de los "cristianos renacidos".
En la actualidad el 87% de los norteamericanos se consideran cristianos, y de estos, tres de cada cuatro son "cristianos renacidos" pertenecientes a distintas Iglesias cuyo común denominador es la creencia de que Dios ha influido decisivamente en algún momento de sus vidas. El propio Bush, cocainómano y alcohólico, fue llevado por el "buen camino" gracias a una revela´ción de Jesús. Y dado que todos esos nuevos cristianos adoptan una nueva vida, asumen el nombre de "renacidos". Para que nos hagamos una idea del poder que han acaparado estos nuevos "popes" del estamento religioso pongamos un ejemplo: Franklin Grham, de 50 años, hijo del predicador que logró hacer volver por el sendero de la virtud a la oveja descarriada de George W. Bush y heredero del negocio religioso de su padre, consiguió en el año 2000 unos ingresos netos de 126 millones de dólares. Además, Franklin fue encargado de pronunciar la oración de apertura en la ceremonia de investidura del actual presidente.
Lo cierto es que los fundamentalistas norteamericanos creen que el Apocalipsis de San Juan es un libro de texto que hay que tomar al pie de la letra. Para ello es una descripción de lo que sucederá en el futuro inmediato. De hecho, cualquier convulsión mundial es interpretada en clave apocalíptica: El Sida, el "eje del mal", la tormenta de arena que enrojeció el cielo durante los primeros días de la OCUPACIÓN militar de Iraq, la epidemia de neumonía, el ébola, etc.
Y realmente a Bush le va muy bien con esa filosofía de vida. Desde que se convirtió al cristianismo, cambio radicalmente su estrella. Primero los texanos lo eligieron gobernador dos veces consecutivas, después ganó las elecciones presidenciales in extremis en Florida, en una de las candidaturas más disputadas y criticadas de la historia estadounidense. Otro de sus mentores espirituales, el predicador de Texas Tony Evans, recuerda que "las enseñanzas de la Biblia fueron un motivo para su decisión de presentarse a las elecciones. Él siente que Dios le habla". A partir de su llegada al Despacho Oval, Bush comenzó a catalogar sus tareas como si auténticas misiones espirituales se tratase: "Estoy convencido de que tenemos que transformar nuestra cultura a fondo y para siempre. Necesitamos una renovación espiritual en América". El bebedor compulsivo que no solía acudir a la iglesia, se convirtió en un devoto que cada día lee un pasaje bíblico: "Yo rezo, pidiendo fuerza, pidiendo orientación, pidiendo perdón. Y ruego al Señor misericordioso que acepte mi agradecimiento".
Cuanto más se acercaba la guerra contra Iraq, con más frecuencia hablaba Bush de su fe. Su convencimiento de que Dios ha dispuesto que él ocupe el cargo presidencial en este momento histórico para ocupar militarmente territorio Iraquíe, es absoluto la orden celestial. "DIOS NOS HA LLAMADO PARA DEFENDER NUESTRO PAÍS Y CONDUCIR AL MUNDO A LA PAZ Y EL QUE NO ESTA CON NOSOTROS ESTA CONTRA EL MUNDO", diría el presidente estadounidense en uno de sus discursos mas memorables. Mientras tanto, los más férreos protestantes conservadores hablaban de la guerra de Iraq como ignorando que era pretexto ecónomico, llamándola una "guerra justa" y a la vez un TRIUNFO SOBRE EL MAL. Quizá Richard Land, un conocido líder protestante baptista, fue demasiado lejos cuando aseguró ante las cámaras que "hacer una guerra justa es un acto de amor cristiano al prójimo. Hay que castigar el mal y premiar al bien. Ha llegado la hora de la violencia". Y así se fuerona invadir y matar tanto hombres, como mujeres, ancianos y niños en Iraq. Curioasamente, para que el plan descrito en el Apocalipsis bíblico se cumpla es preciso que el "pueblo elegido" (los EE.UU.) reconquiste el "paraíso" (La zona situada entre el Tigris y el Éufrates), hoy en poder del "eje del mal", y que sea abatida la "gran prostituta" de Babilonia, esto es, régimenes iraquí e iraní. Pero no estamos ante un grupo aislado de "iluminado": el 59% de los norteamericanos creen verdaderamente que los hechos descritos en el Apocalipsis van a producirse de un momento a otro. Esta creencia se ha reavivado desde el 11-S. Y derivado de sus creencias seudoreligiosas ha surgido el "estilo Bush", plagado de maniqueísmo: "Los que no están con nosotros están con los terroristas", etc. De nuevo, según el especialista Ernesto Mila: "En el territorio de Iraq se sitúa el Paraíso bíblico y la Babilonia histórica. Y es esto lo que explica la obstinación de Bush en promover la guerra contra este país. Si se tratara solo de petróleo, hubiera bastado simplemente negociar con Sadam la cuota que correspondería a las petroleras americanas tras el levantamiento del bloqueo. Pero la obstinación de Bush excede la lógica económica.
*Tomado del libro: "CLAVES OCULTAS DEL PODER MUNDIAL" Autor: José Lesta y Miguel Pedrero.
Todos estos pertenecen en definitivamente a una misma banda; BAND OF THE BROTHERS.
*Para los que quieran contactarme y escribirme, pueden hacerlo en: delacruzmarin@gmail.com
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