Esta medallita en oro, me la bendijo el parróco de la iglesia a donde asistó, suelo llevarla como mi escudo que me proteje de todas las personas hipócritas.
Cuando no se obtiene lo anhelado, a pesar de orar fervorosamente, a veces hay una causa mental oculta; no se perdonó a alguna persona. Cuando odiamos a alguien, ese odio, se infiltra en nuestro subconsciente y, aunque conscientemente lo olvidemos, continúa en estado latente. Si tenemos odio en el subconsciente, la oración, aunque sea fervorosa será inútil. Por lo tanto, previamente a la oración para concretar un deseo, es necesario perdonar. Quien perdona es perdonado. Para eso, hay las siguientes oraciones que comparto con ustedes, (Aunque sinceramente suelo hacerlas ante el altar de María Auxiliadora) sé que puede servirles a muchos de ustedes. Es el momento de cambiar al MUNDO, estamos en un PROCESO evolutivo espíritual, que nadie sea imaginado ni siquiera que estamos entrando ya. AMOR y amemos a todos por igual. -*Dave Alonso.-
*Para los que quieran contactarme y escribirme, pueden hacerlo en:
delacruzmarin@gmail.com
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